In-erte por Lucía Amaya
In-erte por: Lucía Amaya
sí
así
sigue ahí
tendido
¿a quién interesa?
descompuesto y mal oliente
entre palomas con alas cortadas
¿duerme o muere?
ratas sin aire sobre camarotes de papel tendidas
pende de un hilo el olvido
aliento fétido
cubierto se descubre
mimetizado con el paisaje
sobrecogedor vaho pútrido
todo se vende
hasta la miseria
sacude las sobras y no pesca nada
deambula por calles salpicadas de moho
franquea murallas de escombros y ruinas
tapetes de plásticos y botellas
¿quién paga por tantos crímenes?
sorbe mocos su animalimento
capas de mugre sembradas en piernas y en brazos
paisaje desolado mortecino
tez cobriza ceniza
no hay tentempiés
cucli cucli cuchacho y cholo en cuclillas puja
mierda sobre mierda demarcan las fronteras
polillas y cuchillos prestos chuzan
cucli cucli eso es aquí
no cabe el silencio arrecia el ruido
¿de qué están hechos sus sueños?
máquinas de guerra en suspenso
¿a quién aguardan?
se desliza entre sombras y fantasmas
anónimo discurrir en calidoscopio gris
¿qué transporta?
en bolsas negras la carne tajada
dos ruedas y dos pies en marcha
una mueca petrificada avanza
viste calzón y chanclas impares
jotea papel pasta pestes pisadas pieles
levita sobre ruedas rodantes
cobre carbón chatarra cartón recoge
conduce sangre roja nativa
le baña un cielo mojado y sin estrellas
se aproxima a broncíneo brote su vertedero
en paisaje mudo gritan las heridas
saturado de humo
deposita el alud de miseria y carroña
con las manos sostiene los huevos
el universo se reduce a 2 por 80 hiberna
carreta y plástico le hacen centauro
recicla vidrio y fierros
es con su vehículo de tracción humana indivisible chulo
cómplice rueda la carreta
abundante humanidad in-humana
paso a paso espulga fisuras líquenes alimañas
extensa babel de basura bulle
desechables encubren y descubren tiempos añejos
los muros decolorados son casi invisibles
el verde asoma en las grietas
¿tiene precio la vida?
nadie da nada al nadie
cadáver huérfano de muerte
penumbra y contraluz giran
cecinas pieles a la vera hierven
ráfaga de pedos asordinados hacen ecos
relampaguean sinsabores angustias
raspan ladrillos para palear hambres
tras cristales opacos asoman insomnios
mordisquean la mugre los mendrugos de vida
sensación de tránsito en variopinto vértigo
nada se mueve solo los ojos saltones
por un portillo escapan sonrisas
avista desperdicios arremolinados en los rincones
la esperanza de una cena deviene en colilla de cigarrillo
una bocanada de humo retenida inunda sus pulmones
la eternidad hecha pausa fractura el tiempo
sin presente para que futuro
en desolada fuga famélico fluye
vastedad de gallinazos en libertad le sobrevuelan
envidia pecado culpa circundan
¿de qué arrepentirse?
aligera sus pies
hala hacia irremediable catástrofe
implosión sabotaje sevicia
raro visaje tiñe el semblante
contorsión salvaje
abismo anhelado
negro malestar en los labios
descabellado punto malaventurado
borrón insipiente
atroz maraña
pam pam pam pam
desencaja un carajo
perfectos agujeros le atraviesan
de bruces y acribillado otea el firmamento
la nada se precipita
su carne trémula escupe sangre orina heces
expira abrazando el carruaje
copiosa lluvia anega la olla
limpia la zona de sudores impunes
¿qué queda atrás?
¿una brumosa lontananza?
¿un no ser fecundo?
¿y un falso sinfín?
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