Camino por Lucía Amaya

 

Camino                                                                                                         por: Lucía Amaya

 

 

 

abrimos camino

Angela y yo

también Almarilla entre sentipensares compartidos

ahora somos comunidad de singularidades

busco emancipar las fuerzas perceptivas

dejo mis pasos atrás

hollo el presente presionando los pies a la suela de los zapatos

soy transeúnte con pies callejeros

acuerpo el aquí y el ahora

alargo la respiración soy cuerpa

en contravía a la arteria veloz

el zapato se traga la media

esquivo el obstáculo

la media se escurre en el zapato

próximo destino: habitantes temporales

el talón toca la plantilla

siento el suave contacto silicona-piel

veinticinco pasos me separan de la calle quinta

veo pasar los carros como manchas

ruido urbano y algarabía de viernes al caer la tarde

Cali en roja cálida puesta de sol

en puro pique llegamos al inicio

pequeños brotes de sudor se asoman estoy viva me digo

entre saludos acontecemos en San Antonio


Pluma bella y andrajosa deambula calle abajo

observo sigo los movimientos los actores conducen la escena

no hay piedra en el zapato

hay desnudez oculta consentida

tiene hambre está drogada

ser blanco perfecto

objeto atractivamente vulnerable

aquí todxs ejercemos brutalmente la ley

¿qué es lo que no queremos ver? ¿qué encubrimos?

me auto-observo me cuestiono me interpela el grito

en la realidad y en la ficción también

esta mujer es golpeada repetidamente

la autoridad acude agresiva

abuso y saturación del abuso

grito: violadores varias veces

vuelvo a gritar: el violador eres tú para entrar en ficción

nadie se pega ni antes ni ahora

estoy entre seres dóciles pienso

todos respetan el guión estamos pero no estamos

mudo distante mentalmente ágil selfie el actor al fondo

sigo la escena grabo tomo fotos hago operaciones mentales

ellos hacen y otros miramos mierda desinstalo la aplicación que graba

lo sonoro habita el cuerpo se instala en la piel

y entre el género y la violencia

la ley del más fuerte

todo se compra

todo se vende

se le tiene

mande

oís dejá así ya veremos

reacciono con preguntas

arma eficaz para repeler tanta violencia

silencio y calma no se asoman

andando siempre ando

estaciones escalonadas

pinceladas temporales

educación disciplinar

dejar de ser

repudiar ser

no ser y ser

toser traficar atemporalizar querer experienciar

torcer volver imágenes las palabras

se camina con el pokeron en la mano

empujan sin miseria para la sed

paso a paso entramamos tejemos o destejemos


Angela ahí atenta somos dúo pienso

el teatro salpica su credo entre las teatralidades

un monolito desajuste revela la herida

universos de afeites invaden las grietas

alejados de este mundanal ruido

los “participantes” siguen observantes

entre consignas se revive el estallido social

no hizo falta el tapabocas para la dosis de realidad

es que esto ya es un mito nos pertenece a todos

hasta lágrimas salen

en plena Calle Quinta

la Loma de la Cruz es escenario sin dignidad

afluyen otras temporalidades

reviven las protestas en la cabeza

conecto ideas ideologías no hay contacto de pieles

el discurso en pasado aleja del aquí y del ahora

Uribe paraco suena desactualizado

celebramos a Francia lideresa y vicepresidente queriendo vivir sabroso

crisol de tiempos sin distancias hermanando instantes

es el tiempo de devolver el carácter de encuentro al teatro ¿qué esperamos?

quedan muchos interrogantes pocas respuestas y mucho por hacer

¿cuál es la ética con que asumo mi ciudadanía siendo teatrista? ¿vemos o miramos?

¿qué compromiso asumo como docente social para con el público en el presente?

¿qué significa ser mujer en este momento histórico?

¿soy solidaria para con lxs otrxs mujerxs?

¿qué me impide actuar en la defensa del otrx?

¿qué tanto me ocupo de lxs otrxs?

¿cómo van mis diálogos individuo-comunidad?

¿de qué manera me ocupo del abuso a la mujer?

¿he sido abusada? ¿m auto-abuso?

¿cómo establecer diálogos de saberes en el presente y no discursos unidireccionales?


Angela y yo nos dejamos

salvo compartir la mirada comprensiva

cada una fue llevándose un mar de interrogantes

nuestros caminos se bifurcaron

estaba rota quería gritar 

 

 

 

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